Maquillaje en aerosol, desodorantes en aerosol, aceites comestibles en aerosol, ¿por qué si son tan malos los siguen produciendo?, y exactamente, ¿qué daños causan?
Así como los microplásticos utilizados en los exfoliantes o la diamantina, que a pesar de ser la principal causa de contaminación en el mundo siguen siendo fabricados, los aerosoles parecen no querer darse por vencidos, y esto se debe a la falta de conciencia en las grandes empresas (y empresarios) que continúan inventando productos tan prácticos que difícilmente podemos decir que no, pero a continuación te dejaremos las razones suficientes para que dejes a un lado un producto que a pesar de parecer innovador, es de lo más anticuado y sin vergüenza que existe.
Los aerosoles, debido a su composición química, pueden alterar de gran manera el medio ambiente, los fenómenos atmosféricos y la evolución del clima y esto, al ser absorbido por la piel que respira todo el día, se convierte en toxicidad para el cuerpo.
Algunos aerosoles tienen compuestos que actúan como gases de efecto invernadero, afectando directamente la capa de ozono.
También pueden provocar un efecto conocido como oscurecimiento global, que es causante de sequías y diversas consecuencias que afectan gravemente al medio ambiente y al planeta.
Se sabe desde los 80’s que los aerosoles casi nos dejan sin capa de ozono (que necesitamos para existir sin estar expuestos a los peligrosos rayos UV), y su composición principal era a base de CFC’s, que eran recién descubiertos y considerados los perfectos refrigerantes: un fluido que cambia de gas a líquido de inmediato y viceversa. Esta fiebre por los CFC’s le causó tal daño a la Tierra que se sabe que el 14% del problema en la capa de ozono actual sigue existiendo por el desgaste de los 80’s.
Pero, ¿exactamente por qué perjudica la salud?
Los aerosoles tienden a penetrar más allá de la dermis con sus componentes, agravando los efectos nocivos que puedan tener estos productos en el cuerpo.
Se sabe que gran cantidad de aerosoles contienen metales que son malísimos para el cuerpo, además de que distintos estudios han arrojado resultados silenciosos y devastadores provocados por el continuo uso de ellos, tales como alteraciones cardiovasculares, asma, diversas enfermedades pulmonares e incluso cáncer pulmonar.
En una época en donde las opciones sobran, seguir utilizando aerosoles no sólo es inconsciente, sino irresponsable. Se puede comparar con el niño al que le estás diciendo: te vas a caer, no hace caso, y se cae. Cuida de tu planeta, y sobre todo, cuida de tu salud.