Nuestros cuerpos están diseñados para disfrutar y aprovechar los beneficios del sol, no sólo las plantas, incluso existe un trastorno llamado trastorno afectivo estacional que sucede cuando en los meses de invierno, no se puede disfrutar del sol, que provoca episodios de ansiedad y depresión. El sol es muy importante para nuestro cuerpo, incluso influye en nuestra capacidad de permanecer despiertos durante el día y dormir profundamente durante la noche.
Sin embargo, a pesar de lo beneficios, el sol en exceso provoca mucho daño, por eso la piel necesita una ayuda para protegerse. Pero para entender mejor el tema comencemos con el tipo de radiaciones que existen:
- UVB: son los rayos que pueden provocar desde eritema, daños oculares hasta cáncer.
- UVA: provoca alteraciones oculares, reacciones de fotoxicidad y responsables del envejecimiento prematuro del que tanto huimos.
- IR-A. Ocasiona daños irreparables por lo que es la más perjudicial de todas, penetrando hasta lo más profundo de la dermis.
¿Qué es un fotoprotector?
Este compuesto aparece en los productos como FPS y significa factor de protección solar. Como su nombre lo indica, ayuda a proteger a la piel de los rayos que puedan causarle algún daño, y lo podemos encontrar en diferentes versiones, siendo la más común en crema.
¿Cómo elegir el fotoprotector?
Todo depende del color de tu piel, ojos y hasta de cabello.
Existen 6 tipos de fotoprotectores que se clasifican del 1 al 6, siendo el 1 adecuado para personas con piel muy blanca (casi rosada), de ojos claros y cabello rubio, gente que podemos encontrar en el continente Europeo, en climas muy fríos. Por el otro extremo encontramos en el número 6 a personas de tez morena, ojos oscuros y cabello castaño.
¿Puedo proteger mi piel de manera natural?
Si, existen alimentos que ayudan a proteger la piel y al mismo tiempo ayudan a obtener un bronceado de envidia. A continuación te mostramos algunos de los alimentos que ayudan a lograr estos objetivos:
- Alimentos ricos en omega 6 y 3. La chía, cáñamo, lino y pescados como boquerón, sardina y caballa, proporcionan protección y reducen la inflamación.
- Alimentos de hoja verde. Lechugas, brócoli, espinacas, verdolagas, perejil, berros y repollo son algunos de estos alimentos que ayudan neutralizando los radicales libres que se producen durante la exposición solar, ayudando así al envejecimiento de la exposición solar.
- Frutos anaranjados y rojos. No sólo son deliciosos, sino super saludables. Frutos como el melocotón, albaricoques, la zanahoria, papaya, tomates y pomelo son capaces de activar la melanina, proporcionando una protección neutral para los rayos solares, por ser ricos en betacarotenos.